El éxito de las empresas se basa en el cumplimiento fiel y oportuno de todos sus objetivos y metas, para ello es vital disponer de un buen liderazgo empresarial, que sea capaz de planificar, organizar, dirigir, controlar y dinamizar cada una de las etapas de los procesos productivos, garantizando un adecuado clima organizacional fomentando la motivación al logro.
Una de las primeras interrogantes que se presenta es: ¿qué se entiende por liderazgo empresarial? Es la habilidad que tienen los directivos de una organización de influir sobre el trabajo del personal, pero de forma positiva, a fin de que todos juntos puedan alcanzar todos los objetivos trazados. Consiste en la aplicación de un conjunto de habilidades referentes tanto al ámbito personal, técnico y social, así como en aspectos administrativos por parte de un líder, que representa los intereses de la empresa.
Un buen líder debe contar con distintas habilidades como:
Habilidades personales
Dentro de las que intervienen el equilibrio y control en las emociones (inteligencia emocional), ejerciendo un balance entre lo competitivo del mercado y las presiones de agentes externos e internos.
Siendo esto último uno de los puntos más álgidos en las relaciones laborales, dado que pueden verse afectada la motivación del logro en el personal, si no se tiene respeto, valores y ética profesional.
Habilidades técnicas
Un líder debe poseer bases sólidas en conocimientos de los procesos operativos, las finanzas, planificación, mercadeo, ventas, seguridad y la normativa legal del negocio.
Lo que significa convertirse en un profesional capacitado para enfrentar cualquier reto laboral dentro de una organización y brindar apoyo siempre que se lo necesite.
Habilidades sociales
Se refiere a la relación y las interacciones interpersonales, es decir, la capacidad de fomentar los intercambios sociales con las personas en todos los niveles de la organización.
En fin, ser un agente trascendental en la transformación de la cultura empresarial en una ambiente donde se estimule la buena comunicación y el trato justo y respetuoso.
Características del liderazgo empresarial
Una empresa funciona mucho mejor si sus directivos mantienen su liderazgo con un formato democrático, carismático, cooperativo y situacional, donde se rechace el modelo tradicional del liderazgo autocrático, donde se generan las orientaciones en base al miedo y el temor que resultan negativos y contraproducentes para los empleados.
Ahora bien, es clave comprender que valorar a los colaboradores y preocuparse por ellos —entendiendo que son un activo importante de la empresa— debe ser una prioridad dentro de las mejores prácticas utilizadas para una relación laboral. Un hecho que es capaz de generar resultados positivos como:
aumentar la motivación;
generar entusiasmo;
estimular la comunicación eficiente;
desarrollar la inteligencia emocional;
optimizar la resolución de problemas;
expandir la visión de futuro en la empresa;
administrar efectivamente los recursos;
crear un ambiente de honestidad;
priorizar escucha activa;
generar estrategias efectivas de negociación y acuerdos;
fomentar la creatividad;
obtener una toma de decisiones basadas en hechos tangibles;
estimular la disciplina;
enfatizar en el respeto;
ganar una buena imagen como organización hacia el mercado.
Tipos de liderazgo en las empresas
Aunque no existe una fórmula perfecta para el liderazgo empresarial. Una persona puede demostrar sus conocimientos y dirigir de diferentes maneras. Conoce los diferentes estilos de liderazgo:
Líder autoritario: se distingue por tomar las decisiones de manera individual y muy rápidas sin importarle que las mismas sean populares o no entre el resto del equipo.
Líder democrático: son muy participativos y tienden a tomar las decisiones basadas en la opinión o consulta de los trabajadores y equipos de colaboradores. Promueve la retroalimentación y fomenta el compromiso colectivo.
Líder de laissez-faire: conocido como los líderes que delegan el trabajo, brindan apoyo y ánimo solo cuando sea estrictamente necesario.
Líder burocrático: se caracterizan por hacer énfasis en los resultados y el desempeño, por lo general establecen políticas, lineamientos y procedimientos muy rígidos, no tienden a ser negociadores.
Líder estratégico: son pragmáticos y prefieren soportar sus decisiones en métodos comprobados y seguros.
Líder de servicio: se enfocan en las necesidades de sus equipos de trabajo, los empleados se sienten motivados, escuchados y atendidos en todo momento.
Líder transaccional: se destacan por no escuchar las necesidades de los empleados, consideran que los trabajadores deben hacer lo que se les asigne sin importar que sea una buena decisión para el éxito de la empresa. Lo que importa es que se cumpla con las órdenes y objetivos.
¿Por qué es importante aplicar el liderazgo en las empresas?
La existencia de la figura del líder empresarial es medular en las empresas y negocios para alcanzar las metas establecidas. Una empresa debe diseñar a la perfección los procesos para ser eficientes y productivos, también precisa tener una persona que tenga la capacidad técnica, empatía, que sea respetada y valorada por los empleados.
Un líder empresarial tiene que conocer los perfiles psicográficos de sus empleados, para identificar sus necesidades y tratar de cubrirlas. De este modo podrá llegar a puntos de acuerdo con los trabajadores y establecer una relación ganar-ganar para cumplir los objetivos de la empresa, y generar así lealtad, respeto y motivación del recurso humano.
¿Cómo se garantiza el liderazgo exitoso?
Para lograr la máxima eficiencia laboral y óptimos niveles de productividad en una empresa es imprescindible el liderazgo empresarial. Esto se alcanza, considerando los siguientes puntos:
Genera confianza y seguridad: para ello es necesario definir e implantar los manuales de normas y procedimientos de trabajo seguro, y las estrategias corporativas. Debes demostrar que tus habilidades como líder están es para el bienestar y progreso de la empresa y su capital humano.
Establece vínculos y ser considerado: tienes que dedicarte a conocer un poco a cada uno de los empleados, mantén un trato digno y de respeto. Un líder proactivo se preocupa por el bienestar de todos.
Usa estrategia de comunicación efectiva: aprovecha al máximo todas las herramientas disponibles para mantener informado a todo el personal, ya sea mediante correos electrónicos, carteleras informativas, reuniones de trabajo, charlas motivacionales de 5 minutos. Siempre aclara las dudas y no des nada por supuesto.
Promueve la capacitación: esto se logra con cursos, estudios, eventos y planes orientados al aprendizaje, creatividad, identificación empresarial y mejora de los procesos productivos. Estas iniciativas repercuten en la productividad del negocio y motivación al logro en el personal.
Reconoce los logros: felicita el éxito alcanzado de cada uno de los trabajadores, así como del trabajo en equipo y colaborativo. Realiza reuniones formales y/o actos de estimulo para destacar los avances y resultados a objeto que el empleado se sienta valorado por la empresa.
Incentiva los esfuerzos: establecer mecanismos que promuevan el trabajo en equipo y alienten a los empleados en mejorar su desempeño laboral son importantes y compensan el esmero de los empleados en lograr o superar las metas de trabajo.
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